Tomado de la Página de Perú Ecológico: La Flor del Amancae (Hymenocallis amancaes o Ismene amancaes) es endémica de las lomas costeras del Perú y pertenece a la familia de las Amaryllidáceas.
Sólo aparece en la estación fría y nublada, y a pesar de ser símbolo de la ciudad de Lima, se le cultiva muy poco en esta ciudad y se encuentra en peligro de extinción.
Su belleza ha inspirado a artistas e intelectuales. Desde épocas prehispánicas, la cultura Inca decoró keros y otros ceramios con esta flor.
Martínez de Compagnon, Obispo de Trujillo, registró la flor de Amancae en acuarelas.
En el siglo XVII Bernabé Cobo dijo: “En el tiempo de garúas nace en las lomas del contorno de esta ciudad de Lima, en tanta cantidad, que ponen de su color los prados donde nacen”.
Durante la Colonia en la Pampa de Amancaes, ubicada en lo que hoy es el Rímac, las laderas del lugar estaban cubiertas de Flores de Amancaes de diversos colores: blancos, amarillos y púrpuras.
El 24 de junio se celebra el Día de San Juan Bautista y al mismo tiempo se inicia la floración del Amancae.
Dicha coincidencia motivó al arqueólogo y naturalista Johann Jakob von Tschudi a decir lo siguiente: “Gente de todos los colores y clases, juegan, beben, recogen flores y regresan a Lima a la hora de la oración”.
El término de la floración del Amancae se da generalmente 4 días después, es decir, el 30 de setiembre, cuando se celebra el Día de San Jerónimo.
El Amancae (nombre en quechua) también es llamado Amancaya (en aymara), Hamanq’ay, Janacai, Lamanckai, etc.
La planta es una hierba con bulbos blancos, hoja de color verde intenso y flores terminales amarillas con interior verdoso. Florece una vez al año, naciendo entre piedras y neblina, y tiene un tiempo de vida corto de 2 a 4 días.
Posee semillas verdes que germinan en la planta y posteriormente caen con raíz al suelo. Se le encuentra silvestre y cultivada, y tiene usos cosméticos y medicinales.
Chabuca Granda la evoca en su canción José Antonio: “Por una vereda viene cabalgando José Antonio, se viene desde Barranco a ver la flor de Amancae”. El pooeta Pablo Neruda alude a esta bella flor en su “Oda a la Jardinera“.
Charles Darwin, autor de la “Teoría de la Evolución de las Especies”, al pasar frente a la desértica costa de Lima a bordo del Beagle en el siglo XIX, divisó con ayuda de sus binoculares extensas colinas cubiertas de musgo y bellas flores amarillas que crecían de manera silvestre, quedando impresionado por la belleza de aquellas flores que los peruanos llamaban “amancaes”, registrándolas para la Historia.
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