Octubre 20, 2010 8:04 pm
Una tumba con cuatro momias, de la cultura Wari y que data aproximadamente del año 850 de la era cristiana, fue descubierta en el corazón de Lima, en la cúspide de la pirámide de adobe conocida como Huaca Pucllana, informó este miércoles a Efe Isabel Flores Espinosa.
Flores Espinosa, directora del proyecto arqueológico de excavaciones en la Huaca, explicó que se presume que el personaje principal de la tumba es una mujer, posiblemente una tejedora, a la que acompañan dos bebés y un niño.
Lo novedoso del hallazgo reside en que la tumba fue encontrada intacta, contrariamente a otros 62 enterramientos aparecidos en la misma huaca en los cinco años de trabajos arqueológicos, ya que todos los anteriores habían sido manipulados y deteriorados por buscadores de tesoros, de la época colonial o moderna.
Todavía encapsulada dentro de un cesto fabricado con juncos que no ha sido abierto, la momia es considerada como la de una mujer debido a las agujas, hilos y tejidos encontrados a su alrededor, lo que significa casi con certeza que se trataba de “una maestra tejedora”, explicó Flores.
Se supone que el cesto, un recipiente panzudo de un metro de una altura, contiene un cadáver acuclillado, pues las momias de los dignatarios waris siempre guardaban esta postura, según explicó.
El cesto está todavía recubierto de un paño de color pardo y de otro pañuelo rojo con figuras blancas en la boca del cesto, y a su alrededor hay restos de vasijas y una calabaza fosilizada con una incisión que debió servir como recipiente para beber.
Junto al cesto, se puede observar una litera con los restos óseos de un bebé y dos fardos funerarios, uno con los restos de otro bebé y el segundo, con una cabeza postiza, con lo que aparenta ser un niño de unos 7 años.
Es difícil saber, apuntó la arqueóloga, si los tres menores enterrados junto al personaje principal fueron familiares del personaje principal o eran sacrificios rituales, que eran corrientes entre los waris, unas veces “ofrendados” voluntariamente y otras exigidos a las familias.
La tumba fue descubierta hace dos meses, y todas las noches es recubierta por una plancha y un amasijo de lonas plásticas para protegerla de la intensa humedad del cielo limeño y del polvo circundante en esta pirámide de ladrillos de adobe.
La momia principal y las de los tres niños deberán pasar en breve un examen radiológico para observar detalles aún invisibles para los arqueólogos, comentó Flores.
Los waris (700-1200 d.C.) fueron un pueblo guerrero llegado desde las montañas peruanas que conquistaron la mayor parte de los territorios costeros de lo que hoy es Perú, y se impusieron con facilidad a pueblos de pescadores de carácter más pacífico, como los lima que se encontraban en la región que hoy ocupa la ciudad del mismo nombre.
El gran centro ceremonial de los lima que fue la Huaca Pucllana fue ocupado por los waris, pero solo lo utilizaron para enterrar a sus elites, y tras ellos los incas dejaron el lugar en completo abandono.
Con la conquista de los españoles, el sitio sufrió la depredación de los buscadores de oro, una práctica que continuó hasta hace casi treinta años y a la que hay que añadir el empuje urbanístico de una ciudad, Lima, que se “comió” dos tercios de lo que fue la huaca.
Agujereada por los piratas primero y por los arqueólogos más tarde, la Huaca Pucllana, en pleno corazón del barrio comercial de Miraflores, sigue desvelando sus secretos, aunque usualmente son amasijos de huesos abandonados por algún ladrón de tesoros y solo en casos excepcionales se descubre una tumba intacta. EFE
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